Cuando sale de FIUBA, Homero viene pensando
que al bajar del colectivo, esquivará unos autos,
cruzará la avenida, se meterá en el barrio,
pasará dando saludos y monedas a unos vagos.
Dobla en el primer pasillo y ve que va llegando,
y un ascensor angosto lo lleva a la puerta del rancho.
Dice estar muy cansado y encima no lo aprobaron
imposible bajarse de esta rutina y se pregunta¨¿hasta cuando?¨
Se hace dificil siendo estudiante hacerte cargo del pan
de tu esposa, tus hijos, del alquiler y algo más.
Poco disfruta sus días pensando en cómo hará,
si en esa materia no lo aprueban y cada vez le piden más.
Qué injusticia que no se valore eficacia y responsabilidad,
porque él hoy se mató estudiando y es lo mismo que uno más,
Homero está cansado, come y se quiere acostar,
vuelve a amanecer y entre ejercicios y mates se pregunta
¨¿cuánto más?¨.
Homero está cansado, come y se quiere acostar,
vuelve a amanecer y entre ejercicios y mates se pregunta
¨¿cuánto más?¨.
Y es así, la vida del fiubense es así,
la vida en FIUBA es así
y pocos son los que van a aprobar.
Y es así, aprendemos a ser felices así,
la vida del fiubense es así
y pocos son los que van a terminar.
Hang in there. Un "chavo fucks" para todos
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Ahora si, a dormir
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