viernes, 2 de mayo de 2008

Tales from FIUBA


Evening my dear viewers... Tonite, we will have a gruesome tale for your entertainment. Let's start shall we? I will open my big book of Fiuba tales... here it is... it's called


"Rojo Bluetooth"

Florencia estudiaba en la facultad de ingenieria. A los 23 años estaba en la cresta de la ola. Trabajando en una multinacional durante el dia y haciendo reuniones sociales en su lindo y bien decorado departamento de palermo que sus padres supieron concebir y cederle a su hija, por las noches. Aprovechando el buen momento salarial, comenzó a comprar cada vez más y más. Si veía algo cool como una pequeña fuente feng shui o unos lindos zapatos de la misma marca que usan las estrellas de la tv, los compraba. Tenía todo, o casi todo. Un dia se levantó y vió una propaganda, luego miro su celular y sí, sintió vergüencita. Que mejor manera de empezar el cuatrimestre. Paso todo el día mirando celulares en mercadolibre, en foros dedicados y catálogos de productos que daban en la calle. Blackberries y Iphones no le interesaban, pero había ciertos requerimientos que debían tener sí o sí. Tapita: probado que aumenta 30% el atractivo de atender un llamado en público; camara de fotos: nada de VGA 0.3 megapixeles, algo que realmente se puede entender cuando se le muestra a alguien una foto que sacó; mp3 para poder ir escuchando el ultimo hit de moda; y bluetooth - lo importante es poder compartir la diversion - decía ella aunque no muy segura de ser un pensamiento auténtico o un slogan de alguna gaseosa ochentosa en decadencia.

Lo compró y salió a cursar a Paseo Colón. La clase era en la 403 de 19 a 23. A mitad de la clase, el celular hizo un pequeño sonido, miro el display y decía "Desea conectarse con 'Hola Preciosa'?". Se sonrió y cerró el celular. Al minuto el celular mostró "Desea conectarse con 'la clave es 0000'?".

"Mmmporque no?" pensó. Debería haberlo pensando dos veces. En poco tiempo, estaban chateando vía bluetooth clase a clase, mandandose frases melosas y con doble sentido el uno al otro sin importar quién estaba del otro lado y por un tiempo estuvo bien, hasta que un día las cosas cambiaron de color.

"Disculpá me prestas el liquid paper?" le dijo un muchacho sentado a su derecha. "Si, si toma" dijo ella a lo que él replicó "es difícil seguirle el ritmo a este tipo... me llamo Martín".

Un segundo más tarde:

"No me gusta que hables con otros hombres" - apareció por el chat del celular

"jajajaja" contestó

"En serio, no me gusta. No hables más con él pendeja".


Descontenta por lo que había leído y atraída por el joven a su derecha decidió cerrar su celular y continuar su charla con Martín, más interesante por ser cara a cara. A la salida, él la llevó con su auto hasta el subte y luego siguió camino.

En el subte Florencia abrió su celular para encontrar que el último mensaje del chat era un poco perturbante

"Me rompiste el corazon, vos y él van a sufrir"

Dos dias más tarde, mientras Florencia desayunaba en su departamento en compañia de su gato, quedó paralizada ante una noticia:



Se tomó unos segundos para digerir la noticia, antes de caer que existía una posibilidad que hubiera sido con quien chateaba. La sola posibilidad de ser verdad le generó un escalofrío que le recorrió la espalda. "¿Que debo hacer? Nadie me va a creer" se dijo a sí misma. Aun así, días más tarde fue a la policia y comentó lo ocurrido, pero su historia fue desestimada al haber aparecido un sospechoso al que habían detenido y se anunciaba por los medios que sería el presunto autor de los hechos.

La semana siguiente fue a cursar como todos los miercoles, y al llegar escucho dos filas más adelante "te enteraste? al tipo que habían agarrado lo dejaron libre porque se probó que no era".
Florencia no lo podía creer e inmediatamente tomó su celular y busco dispositivos bluetooth activados pero no encontró ninguno. Bajó corriendo los escalones de madera haciendo retumbar en toda la 403 el ruido de sus tacos de marca y llegó a los ascensores. Pulsó el botón energicamente para llamar al mismo y miró con ansiedad el indicador del piso. Finalmente las puertas se abrieron y adentro habia un hombre que la miró como si la conociera. Entonces, ella se dió cuenta. Él la agarro y la metió dentro del ascensor con tanta fuerza y rapidez que su grito de ayuda se perdió al cerrarse la puerta. Mientras ella luchaba por liberarse, él la sujetó por el cuello y tapó su boca. Pulsó el 2 y al abrir las puertas en ese piso las luces del hall no estaban encendidas. Florencia al no poder liberarse intento hacer ruido golpeando sus zapatos contra el duro marmol pero fue en vano ya que al segundo golpe sus zapatos perdieron el taco. Él la arrastro hasta la 211B y fue allí donde entendió que su destino estaba sellado. El joven tomó su cuchillo y sin preambulos, ejecutó su sentencia.

Cayó al piso y mientras vió como él se retiraba con paso calmo, pensó "maldito el dia que decidí cambiar de celular."


The end.

Bien, y que piensan? Tal vez tanto consumismo terminó por consumirla... Hasta la próxima.

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Knox.

Si?

Estuviste toda la semana sin postear nada y ahora subis esta mierda de semejante calibre.

Para, o sea, estuve con gripe. Bah lo que pasó es que yo me enfermo una vez por año y me empecé a sentir mal el lunes pero como ya me habia enfermado me hice el loquete diciendome que solo era un resfrio. Cuestión que falte el miercoles a modelos II porque tenía mucha fiebre y el martes en el pico de mi ingestión de antibioticos mande a producción un módulo con un bug de la san puta. Menos mal que nadie tocó ese botón porque le cagaba la vida a 100 personas. Haciendola corta, el jueves miré Sweeney Todd y que se yo, flashee este post.

Ademas esa frase al final de consumirla, malisima

Es que la serie se terminaba siempre con una anecdota y un juego de palabras medio boludo

Absolute rubbish, laddie

¬¬

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